Niveles de la consciencia
- Fer Lightworker
- 16 may 2020
- 3 Min. de lectura
Los niveles de la consciencia, son los diferentes estados en los que vivimos nuestras vidas y percibimos nuestra realidad. Cuando descubrí estos conceptos gracias al maravilloso Borja vilaseca pude ligarlos a mi propio proceso y por medio de mi experiencia logré verdaderamente entenderlos.

Aquí explicaré un poco cada uno de estos niveles, desde mi propia experiencia y entendiendo que no se desarrollan de un modo lineal, sino que hacen parte de un proceso dinámico compuesto de momentos de oscuridad y luz.
En el nivel inconsciente, vivimos en piloto automático (dormidos), es decir, del 100% de nuestro día, estamos dejando que el 95% del tiempo el programador instalado en nuestro inconsciente viva por nosotros. Es el nivel en el que más desconectados nos sentimos de nuestra verdadera esencia, nos percibimos como victimas del mundo y los demás, nos dejamos gobernar por nuestros impulsos. Nos identificamos con una versión distorsionada de quienes somos, construida desde el ego; no nos percibimos como seres duales por lo que no sabemos de la existencia del ego ni la esencia. Exteriorizamos la felicidad y culpamos a los demás cuando no logramos ser plenos. Nuestro estado natural se ha vuelto erróneamente el sufrimiento generándonos estados de depresión o ansiedad.
En el siguiente nivel, conscientes de la inconsciencia, es cuando empezamos a iluminar nuestro camino, aprendemos lo que es el ego y la esencia, de a poco comenzamos a notar nuestros pensamientos compulsivos y nuestros hábitos dañinos. La responsabilidad toma el lugar de la culpa, entendiendo que la responsabilidad implica acción y la culpa crea bloqueos. Los momentos en el presente, en el aquí y ahora, se vuelven más frecuentes aunque seguimos enfocando la mayoría de nuestra energía en el pasado y en el futuro. Se crea el observador interno pero siguen siendo más fuertes nuestros patrones de acción y pensamiento, por lo que, es el nivel en el que más frustrados nos podemos sentir, es ver lo que esta pasando, saber las decisiones que debemos tomar y aun así tomar el camino contrario, la paciencia es esencial, estamos yendo contra todo lo que creímos ser y sobre lo que esta programado nuestro cerebro y cuerpo.
El nivel consciente, es para mi el nivel de la liberación, la batalla interna entre nuestra identificación con el ego y nuestra verdadera esencia se ha disipado, aunque haya momentos de duda y el miedo llegue a presentarse, nuestra programación interna ha cambiado por lo que logramos desvincularnos de nuestros pensamientos y reacciones dañinas, además de lograr atar nuestra consciencia al presente, sin viajar como antes lo hacíamos al pasado o el futuro por lo que sensaciones como la depresión y la ansiedad ya no hacen parte de nosotros. Nuestro estado natural es la felicidad y la paz.
El último nivel, consciente de la conciencia, es el de mayor alineación y conexión con nuestra verdad, es decir, nuestra esencia. Entendemos que todo tiene una razón de ser, por lo que dejamos de querer controlar los factores exteriores al igual que a las personas. Somos parte de la unidad que esta conformada por todo lo que existe. Solo logramos estar en el presente entendiendo que solamente aquí es donde podemos ser, percibimos la realidad a través de nuestro observador interior, viéndonos de manera neutra y entendiendo que detrás de las reacciones y actitudes de otros hay un trasfondo mucho más profundo, por lo que, dejamos de criticarnos y criticar. Dejamos de querer ser como otros, ya que, cada ser se encuentra en su propio proceso de sanación y sobre eso no hay punto de comparación. Nuestro estado natural es la plenitud.
Solo viendo hacia dentro es que lograrás entender lo que acabo de escribir, permítete conectar con tu proceso e identificar en que nivel te encuentras, para lograr trabajar desde la consciencia y el amor.
Aquí podrás complementar este tema por medio del maravilloso Borja y también en su libro "Encantado de conocerme".
Qué tu luz pueda ser en libertad e iluminar a todos y todo lo que existe, volviéndose parte de la vibración universal del amor.
Bendito camino.
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